La contaminación del aire afecta seriamente la salud de los seres humanos, los ecosistemas y el clima, siendo uno de los principales desafíos de las políticas ambientales de Europa. Es responsable de más de 400.000 muertes prematuras en Europa cada año, daña cultivos agrícolas y bosques, amenazando el bienestar humano y los sistemas naturales que sustentan nuestra prosperidad.
Las concentraciones de contaminación del aire en Europa frecuentemente exceden los límites establecidos por las Directivas europeas de Calidad del Aire [1]. Muchos Estados miembros de la UE ni ha cumplido, ni cumplirán con los plazos objetivo requeridos, excediendo con los límites establecidos en material particulado (PM10) y dióxido de nitrógeno (NO2). Los límites establecidos para la protección de la salud humana y la exposición de los cultivos agrícolas y otros tipos de vegetación por el ozono troposférico (O3) continúan también excediendo los objetivos de largo plazo de la UE.
El ozono suele considerarse un contaminante olvidado, en el sentido que es formado en áreas rurales a través de reacciones químicas que sufren los gases precursores emitidos principalmente en ambientes urbanos. Por lo tanto, los contaminadores (la población urbana) a menudo no sufren los mismos efectos por la degradación de la calidad del aire generado por sus emisiones, mientras la población rural tiene una limitada influencia en las emisiones, que degradan el aire que respiran. Debido a esta disociación espacial de las fuentes y los efectos, la contaminación por ozono usualmente recibe menos atención de la que es dedicada a otros contaminantes.
En esta sección podrás encontrar más información de:
- Formación del ozono
- Consecuencias de la contaminación por ozono.
- Soluciones para abordar la contaminación del ozono.
- Otras fuentes de datos.
(1) Calidad del aire en Europa- Informe, 2014: http://www.eea.europa.eu/publications/air-quality-in-europe-2014